miércoles, 2 de mayo de 2018

Disolución de ETA

La organización terrorista ETA comunica en una carta a varias instituciones y organismos políticos y sociales que participaron en la Conferencia de Aiete, que “da por terminado su ciclo histórico y su función” y que "ha disuelto completamente todas sus estructuras”. En la misiva, fechada el pasado 16 de abril, la banda terrorista anuncia su decisión de poner “fin a su recorrido” al dar por concluida su “iniciativa política”.

El texto íntegro dice así:

En Euskal Herria, a 16 de abril de 2018

Estimados/as señores/as:

Por medio de esta comunicación os queremos dar a conocer la decisión que Euskadi Ta Askatasuna acaba de tomar. ETA ha decidido dar por terminados su ciclo histórico y su función, dando fin a su recorrido. Por tanto, ETA ha disuelto completamente todas sus estructuras y ha dado por terminada su iniciativa política.

De este modo, como consecuencia del cambio estratégico de toda la izquierda abertzale, ETA ha llevado a término el proceso iniciado en 2010, con la intención de abrir un nuevo ciclo político en Euskal Herria.

En ese proceso las referencias fundamentales han sido la Conferencia de Aiete y el fin de la violencia armada que ETA anunció tres días después. Fue un esfuerzo por conseguir dar a la época de confrontación armada un final ordenado, racional y constructivo. La mayoría de vosotros fuisteis testigos directos de aquella oportunidad y, muchos de vosotros, también fuisteis firmes impulsores. Por desgracia, la Declaración de Aiete no pudo recorrer su camino, a pesar de coincidir con la voluntad de la mayoría de ciudadanos vascos, los estados francés y español lo hicieron imposible desde su mismo inicio.

Sin embargo, ETA decidió seguir adelante. Más allá de la Declaración de Aiete y de un hipotético proceso de negociación, Euskal Herria fue el punto de partida y el objetivo de toda su actividad. Así, cumplió los compromisos tomados hasta entonces y adquirió nuevos compromisos. En su acción más significativa, ETA le dio al pueblo sus armas y dejó en manos de la sociedad civil la responsabilidad de su desarme.

El pueblo es también el receptor fundamental de esta última decisión:

Porque ETA se formó del pueblo y al pueblo vuelve.

Porque se fundamenta en la confianza en la fuerza del pueblo.

Y, sobre todo, porque quiere hacer una aportación en el camino hacia la consecución de la paz y la libertad en Euskal Herria.

En efecto, ETA con las decisiones de estos últimos años ha apostado, con valentía y responsabilidad, por sacudir la situación de las últimas décadas y por la construcción del futuro desde un punto de partida nuevo.

Esta decisión cierra el ciclo histórico de 60 años de ETA. No supera, en cambio, el conflicto que Euskal Herria mantiene con España y con Francia. El conflicto no comenzó con ETA y no termina con el final del recorrido de ETA.

A lo largo de los años, se han hecho numerosos esfuerzos para encauzar por vías racionales el conflicto político. Se han puesto en marcha sesiones formales de negociación, se han llevado a cabo conversaciones secretas y se han presentado innumerables propuestas. No hemos sido capaces de llegar a acuerdos, ni entre ETA y el gobierno, ni entre los agentes vascos. Es una responsabilidad compartida y ETA asume la parte que le corresponde.

La falta de voluntad para solucionar el conflicto, y las oportunidades perdidas, entre otras, ha provocado el alargamiento del conflicto y ha multiplicado el sufrimiento de las diferentes partes. Comoquiera que sea, ETA reconoce el sufrimiento provocado como consecuencia de su lucha.

Euskal Herria está ahora ante una nueva oportunidad para cerrar definitivamente el ciclo de conflicto y construir su futuro entre todos. No repitamos los errores, no dejemos que los problemas se pudran. Eso no sería más que fuente de nuevos problemas.

Años de confrontación han dejado heridas profundas y hay que darles la cura adecuada. Algunas todavía están sangrando, porque el sufrimiento no es cosa del pasado.

Por medio de esta carta, y con toda humildad, ETA os quiere hacer llegar una última opinión. En su opinión, la solución del conflicto y la construcción de Euskal Herria os necesita a todos vosotros, porque el futuro es responsabilidad de todos.

Los que hemos sido militantes de ETA, por nuestra parte, queremos confirmar nuestro compromiso en embarcarnos totalmente en esa tarea, cada cual desde el lugar que considere más oportuno, con la responsabilidad y honestidad de siempre.

Euskadi Ta Askatasuna

E.T.A.


Los datos del proceso de debate y votación fueron explicados por ETA en una comunicación interna (Barne Komunikazio Orokorra 1803, fechada en marzo). La decisión de poner fin a su trayectoria contó con el apoyo del 93% de la militancia (dato que se adelantó en el acto de Ginebra), mientras que el No se redujo al 4% y el 3% votó en blanco o se abstuvo. Según la banda, fueron 1.077 votos: 997 han dicho Sí a poner fin a la organización "para impulsar el proceso de liberación"; 47 No y 33 se han decantado por el voto en blanco o la abstención.

Explica esta comunicación interna de ETA que tras el censo confeccionado tenían derecho a voto 1.335 militantes. Un número pequeño de ellos (70) declinaron expresamente la posibilidad por razones diferentes. El grupo más amplio lo han formado quienes «no se veían legitimados» para tomar esa decisión «debido a la escasa relación con la organización en los últimos años. En general han mostrado una posición favorable a la propuesta política», matiza. Hubo también quienes declinaron participar porque «creían que la decisión ya estaba tomada. En general, este grupo lo han formado personas críticas con el cambio de estrategia o con su desarrollo». Ya en tercer lugar se agrupan las renuncias a votar por «otras motivaciones: están quienes no han dado razones, o no han mostrado interés, o han dicho que la decisión llegaba tarde, o no han querido participar por temor a la represión, o confiaban totalmente en la dirección...», enumera.

En cuanto a los votos de otros 188 militantes, no han llegado por motivos «fundamentalmente técnicos o ligados al tiempo», añade esta comunicación interna. 
Hay que tener en cuenta que la votación incluía a todos los ámbitos derivados de la organización: la estructura operativa, las cárceles, los que estaban en el extranjero, los militantes «legales»... 

Militantes que no eran de ETA también fueron informados, y algunos de ellos hizo sus aportaciones, indica esta Barne Komunikazio Orokorra. El dato fue revelado y puesto en valor por David Harland, director del centro Henry Dunant.

La última parte de esta Barne Komunikazio Orokorra subraya la actitud de la militancia en este proceso y la proyecta a futuro: «Quienes han sido miembros de ETA tendrán que mantener en lo sucesivo la misma discreción que hasta ahora e idénticas medidas de seguridad. Y actuar con lealtad hacia la decisión tomada por ETA y el proceso de liberación. La militancia tiene que seguir con firmeza y responsabilidad para hacer su aportación al impulso que requiere el movimiento de liberación en la nueva fase política».

El proceso de debate pivotó sobre tres documentos, aunque solo el de propuesta política se sometía a votación. Los dos restantes venían a dibujar el contexto de esta reflexión: el primero analizaba el proceso de liberación desde una perspectiva histórica, remontándose a siglos atrás, mientras el segundo detallaba y hacía balance de lo ocurrido entre 2009 y 2017, es decir, desde el cambio de estrategia de la izquierda abertzale.

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