jueves, 3 de mayo de 2018

Declaración final de ETA

Declaración final de ETA por medio de un comunicado leído en castellano por José Antonio Urruticoechea, Josu Ternera, huido de la justicia, y en francés y euskera por María Soledad Iparraguirre, encarcelada en Francia. El texto, leído en la sede central de Ginebra de Henri Dunant Centre for Humanitarian Dialogue, es el siguiente:

ETA, organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional, quiere informar al Pueblo Vasco del final de su trayectoria, después de que su militancia haya ratificado la propuesta de dar por concluidos el ciclo histórico y la función de la Organización. Como consecuencia de esta decisión:

– ETA ha desmantelado totalmente el conjunto de sus estructuras.

– ETA da por concluida toda su actividad política. No será más un agente que manifieste posiciones políticas, promueva iniciativas o interpele a otros actores.

– Los y las exmilitantes de ETA continuarán con la lucha por una Euskal Herria reunificada, independiente, socialista, euskaldun y no patrialcal en otros ámbitos, cada cual donde lo considere más oportuno, con la responsabilidad y honestidad de siempre.

ETA nació cuando Euskal Herria agonizaba, ahogada por las garras del franquismo y asimilada por el Estado jacobino, y ahora, 60 años después, existe un pueblo vivo que quiere ser dueño de su futuro, gracias al trabajo realizado en distintos ámbitos y la lucha de diferentes generaciones.

ETA desea cerrar un ciclo en el conflicto que enfrenta a Euskal Herria con los estados, el caracterizado por la utilización de la violencia política. Pese a ello, los estados se obstinan en perpetuar dicho ciclo, conscientes de su debilidad en la confrontación estrictamente política y temerosos de la situación que provocaría una resolución integral del conflicto. Por contra, ETA no tiene miedo alguno a ese escenario democrático, y por eso ha tomado esta decisión histórica, para que el proceso en favor de la libertad y la paz continúe por otro camino. Es la secuencia lógica tras la decisión adoptada en 2011 de abandonar definitivamente la lucha armada.

En adelante, el principal reto será construir un proceso como pueblo que tenga como ejes la acumulación de fuerzas, la activación popular y los acuerdos entre diferentes, tanto para abordar las consecuencias del conflicto como para abordar su raíz política e histórica. Materializar el derecho a decidir para lograr el reconocimiento nacional será clave. El independentismo de izquierdas trabajará para que ello conduzca a la constitución del Estado Vasco.

Esta última decisión la adoptamos para favorecer una nueva fase histórica. ETA surgió de este pueblo y ahora se disuelve en él.

GORA EUSKAL HERRIA ASKATUTA! GORA EUSKAL HERRIA SOZIALISTA!

JO TA KE INDEPENDENTZIA ETA SOZIALISMOA LORTU ARTE!

En Euskal Herria, a 3 de mayo de 2018

Euskadi Ta Askatasuna



Según el diario GARA, se esperaba una tercera voz en la lectura de los textos, la de otro terrorista de larga trayectoria, pero al parecer problemas de índole técnico y diplomático impidieron que la grabación llegara a tiempo. El comunicado fue difundido por escrito también en inglés, y leído ante periodistas y personalidades en la sede central de Ginebra de Henri Dunant Centre for Humanitarian Dialogue.

Según GARA, ETA contó con la aportación escrita de los facilitadores internacionales para la elaboración de sus dos comunicados finales. Además, un facilitador y una destacada figura internacional pudieron ver el vídeo en que Josu Urrutikoetxea daba lectura, a cara descubierta, a la declaración final. El formato de aquel acto fue variando para sortear posibles problemas o críticas.

Para llegar a este final, la dirección de ETA lanzó simultáneamente dos cuestiones: el proceso de desarme y el debate interno para poner fin a la organización. Las razones aparecen claramente en su documentación interna, recogida en el libro “El desarme, la vía vasca”: «Han surgido condiciones más favorables para hacer frente al debate sobre el ciclo histórico de la organización, sin dar una impresión de agonía. Cuando el Comité Ejecutivo comenzó a analizar el nuevo camino para el desarme, trasladó a la Dirección Ampliada dos preguntas: la primera, sobre el desarme, y la segunda, sobre el fin de ciclo de la organización. Unas semanas antes de que se hiciera posible el desarme, ETA anunció que realizaría un debate sobre su futuro. La lógica era sencilla: no queríamos que ambos temas apareciesen como una cadena de exigencias, para que, en la medida de lo posible, no se repitiera lo sucedido en los pasos unilaterales anteriores (que se diera por amortizado inmediatamente el paso y se pusiera otra exigencia en su lugar). Si hasta ahora nos hubiéramos referido solo al desarme, nos encontraríamos en peores condiciones para abordar el debate, puesto que se reforzaría la imagen de que estamos siendo obligados. En síntesis, sea una u otra la cuestión a tratar, nuestro debate es siempre el mismo: qué debe hacer ETA para desarrollar en las mejores condiciones posibles el proceso popular citado».

Así pues, la propuesta de final de ETA, lanzada junto con el proceso el desarme, fue realizada por el Comité Ejecutivo de ETA (Zuzendaritza Batzordea) con el aval de su dirección ampliada (Zuzendaritza Zabala), compuesta por una cincuentena de miembros de la organización, y aprobada por el conjunto de su militancia.

El debate en el seno de ETA, desarrollado durante buena parte de 2017 y cuyas conclusiones fueron expuestas en una comunicación interna a la militancia en marzo de 2018, se produjo sin contratiempos. Según la propia ETA, unas 3.000 personas tuvieron conocimiento del debate y su contenido, aunque solo 1.335 militantes tenían derecho a voto. El 93% aprobó la propuesta de la dirección.

El debate arrancó con tres ponencias: las dos primeras eran de balance (una histórica sobre el conjunto de su trayectoria y una segunda referida al último periodo abierto con el cambio de estrategia y el abandono de la lucha armada), y la tercera contenía la propuesta política que abogaba por el desmantelamiento de ETA. Tras la discusión, ETA redactó dos documentos más: el primero recogía las aportaciones de la militancia y el segundo suponía la actualización de la propuesta política (‘‘Euskadi Ta Askatasunaren eztabaida 2017-2018-Ondorio txostena’’).

Junto con ello, ETA realizó otros textos, algunos para comunicar o explicar su decisión, como cartas enviadas a importantes gobiernos y entidades internacionales (los gobiernos suizo y noruego o el Vaticano, entre otros) o a agentes políticos y sociales vascos (la filtración de esta última por parte de alguno de ellos adelantó al día 2 la noticia de que ETA ya había decidido desaparecer). Redactó también un texto dirigido a las bases de la izquierda abertzale y una carta a su militancia.

La dirección de ETA ofreció asimismo una última, larga y densa entrevista al director de GARA, que tomó formato de libro. 

La inicial propuesta política de la dirección de ETA constaba de un anexo en el que se proponía la constitución de un «Comité Técnico Provisional de Euskadi Ta Askatasuna» para «gestionar las consecuencias de la acción armada de ETA» tras la desaparición de la organización. La propuesta respondía a dudas de aquel momento inicial, referidas, por ejemplo, a quién se encargaría si aparecieran armas perdidas después del desarme, o quién haría seguimiento de los exmilitantes presos.
Al final del debate, este propósito se desechó totalmente, por dos motivos. Por una parte, muchos militantes mostraron su preocupación por que dicho comité, pese a no ser público, se podría utilizar para implantar la idea de que el final de ETA no había sido del todo real. Por otra parte, ETA consideró que desde diferentes ámbitos se estaban poniendo los mecanismos necesarios para responder a las cuestiones pendientes.

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