Especialistas en explosivos hacen estallar hacia
las tres de la tarde en Chipiona (Cádiz) un artefacto colocado en el
interior del vehículo "Renault 21" del brigada del Ejército de Tierra
José María Velázquez Vázquez, de 44 años. El
artefacto se supone había sido colocado en el transcurso de la noche tras
forzar la puerta del copiloto del vehículo, aparcado en las cercanías del
domicilio del brigada en la zona del Tiro de Línea (Sevilla). El militar
recorrió más de 120
kilómetros con la bomba debajo del asiento, que falló en
su sistema de encendido, y se dio cuenta al llegar a su destino de la
existencia del paquete, que abrió parcialmente. La fiambrera donde estaba el
explosivo llevaba grabado el nombre de Urko. La explosión destruyó el coche y
causó daños en algunas viviendas.
Los autores de la colocación fueron Igor
Solana y Harriet Iragi Gurrutxaga, miembros del "comando Erraia", por
lo que fueron condenados a 15 años de prisión.
.- La policía hace estallar por la noche mediante
una voladura controlada un artefacto explosivo colocado en el interior del
vehículo propiedad del teniente del Ejército de Tierra Ángel
González Calvente, de 49 años, en la explanada de un cuartel de
Intendencia en las afueras de Sevilla. El artefacto fue encontrado
cuando el militar llevó a reparar la cerradura forzada. La bomba fue colocada
dos días antes, mientras el coche estuvo aparcado en el barrio del Tiro de
Línea pero no estalló debido a un fallo técnico. Este militar es vecino del
anterior. Se supone en este artefacto iba escrito el nombre de Ekain o Ekaitz.
Debido a esta acción, el militar sufrió después un fuerte deterioro psíquico y
físico. Los etarras Solana e Iragi fueron condenados por este suceso a 15 años
de cárcel.
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