Asesinado coronel en Sevilla y detención de autores

Dos miembros de ETA asesinan en su consulta privada al coronel del Cuerpo Militar de Sanidad Antonio E. Muñoz Cariñanos -58 años, tres hijos (dos de su primera mujer y el otro de su actual compañera, una enfermera que se encontraba en la consulta en el momento del crimen)-, en la sevillana calle de Jesús del Gran Poder sobre las 18:40. Los asesinos (que formaban el "comando Erraia" ) efectuaron cinco disparos, dos de los cuales alcanzaron al coronel. Gracias a la colaboración ciudadana, una patrulla policial interceptó la huida de los autores, deteniendo a uno de ellos (Jon Igor Solana Matarranz, 26 años, autor material del asesinato) e hiriendo en un tiroteo al otro (Harriet Iragi Gurruchaga, de 23 años), que fue capturado horas después cuando intentaba robar una motocicleta. La Policía les intervino dos pistolas y localizó un piso en la calle Playa de Marbella de Sevilla, donde ocultaban documentación, explosivos y otros útiles. Este segundo etarra se ocultó unas horas en dicho piso y activó una bomba-trampa que fue luego desactivada.

Las pistolas intervenidas fueron usadas en los asesinatos del concejal Martín Carpena y el fiscal Luís Portero. Los detenidos también intervinieron en la colocación de bombas-lapa en Andalucía. Por el asesinato de este médico fueron condenados a 53 años de prisión cada uno en julio de 2002. 

 .- La Policía llama a un funcionario que trabaja en la Maestranza de Artillería de Sevilla - Emilio Pérez Osuna- para comunicarle  que han colocado una bomba debajo del asiento de su vehículo (un "Renault 19"), estacionado en la plaza del Martinete. Se supone que este aviso fue consecuencia de la detención del etarra Solana Matarranz, que confesó dicha colocación. Especialistas de los TEDAX desactivan el explosivo poco después de las doce de la noche -colocado en una fiambrera que llevaba inscrito el nombre de José Patxi- sin necesidad de hacerlo explotar. La bomba llevaba colocada diez días y no se activó por un fallo en el mecanismo de ignición, a pesar de haber sido utilizado el coche. Por este hecho fueron condenados Harriet Iragi (30 años), Jon Igor Solana (26 años) y Juan Antonio Olarra (15 años).