sábado, 9 de agosto de 1997

Expulsados de la República Dominicana

El presidente del gobierno de España, José María Aznar, solicitó al presidente de la República Dominicana, Lionel Fernández, la repatriación de los cinco etarras residentes en dicho país. Atendiendo a esta petición se expulsó a tres: Eugenio Echeveste Arizcuren (Antxon), Ignacio Aracama Mendia (Makario, nacido en 1951) y José María Gantxegi Arruti (Peio). Estaban allí desde 1989 adonde llegaron tras el fracaso de las conversaciones de Argel.

Aracama formaba parte en 1978 y 1979 del "comando Araba" de ETA y en unión con otras personas, "planearon y decidieron dar muerte al inspector del entonces Cuerpo Superior de Policía de Vitoria Antonio Recio Claver (también agente del CESID), por lo que fue condenado a 30 años de prisión. Makario fue condenado a 61 años de prisión por su participación en el atentado contra tres guardias civiles que iban a dar protección y ordenar el tráfico en una carrera ciclista en la localidad alavesa de Salvatierra, el 4 de octubre de 1980.

Arakama Mendia fue condenado, en calidad de cooperador necesario, a 28 años de reclusión mayor por el asesinato en 1980 del comandante Jesús Ignacio Velasco Zuazola, jefe de los miñones de Álava.

También fue condenado a 26 años y ocho meses por el asesinato de Ricardo Tejero Magro, director y consejero del Banco Central, el 19 de febrero de 1985 en Madrid. El terrorista formaba parte entonces del "comando Madrid".

José Ignacio Aramaca reconoció su participación en el ametrallamiento contra guardias civiles cometido el 9 de junio de 1979 en la base militar de Araca (Alava), en el que tres agentes resultaron heridos. Por este hecho fue condenado a 72 años de cárcel.

En 1999, la Audiencia Nacional condenó al antiguo miembro del "comando Madrid", Macario, a 25 de años de prisión por el secuestro del financiero Diego Prado y Colón de Carvajal el 25 de marzo de 1983.

En 2001, fue condenado a 17 años por el atentado contra el edificio de Telefónica de la calle de Ríos Rosas de Madrid cometido en 1982.

En 2001, la Audiencia Nacional también condenó a siete años de prisión a Ignacio Aracama Mendía por su pertenencia a la banda terrorista ETA y a Eugenio Etxebeste (Antton) a diez años por haber sido responsable del aparato de logística de la banda, ocupándose de las labores de formación y cursillos, de fijar las líneas ideológicas del grupo y de orientar los objetivos a los comandos armados. En 1992, según la sentencia, Antxon elaboró un documento denominado Apuntes para una Reflexión Obligada, que logró hacer llegar a la dirección de ETA desde Santo Domingo, en el que planteaba su temor a equivocarse 'dada su lejanía y falta de conocimiento de muchas cosas'. 

Soares Gamboa (etarra que convivió con él) aseguró que era dirigente de ETA y que durante su etapa en la República Dominicana la banda seguía consultándole en temas de estrategia política y por ello recibía un trato privilegiado.

Extebeste fue puesto en libertad el 28 de enero de 2004.


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