lunes, 7 de enero de 2019

Entrevista a Yurrebaso

 Aparece una entrevista con Jon Iurrebaso Atutxa (Yurrebaso Atucha) de la que ofrecemos un extracto: 

¿Cómo ha podido ser que un movimiento, el MLNV, haya pasado de ser un movimiento insobornable e inclaudicable en su proyecto de libertad, a convertirse en lo que es hoy, un mero movimiento socialdemócrata?

En primer lugar hay que señalar que esta transformación no se ha dado únicamente en los últimos años, es decir, con el «cambio de estrategia». La cuestión de la lucha y estrategia político-militar se empezó a cuestionar hace mucho tiempo, principalmente por parte de sectores reformistas, burócratas y de la pequeña burguesía de la Izquierda Abertzale. Esto es, el proceso de liberación nacional y social se alarga, no se vislumbra una solución a corto plazo y se prevé que la represión va a alcanzar personalmente a militantes de estructuras de todo el MLNV, como al final ocurrió. Esto puede haber afectado a todos los sectores o posiciones ideológicas del Movimiento, pero sobre todo a las que vengo de aludir. Esta gente comienza a pensar que la lucha ya no es rentable pues la represión alcanza a todos y todas, sean de ETA o no. Imagino que al mismo tiempo piensan que esa situación no la podrá aguantar la Izquierda Abertzale… 

Dicho de una manera muy breve, me atrevería a decir que el asesinato de Argala en 1978 no fue uno más, y marcó un antes y un después, en tanto que Argala representaba en ese momento las tesis de la V y VI Asambleas de ETA. Eso significaba que el proceso de liberación de Euskal Herria contaba con la revolución socialista vasca y que ese pensamiento estaba ungido por una praxis político-militar, flexible en las formas pero contundente en el contenido y en los objetivos. En ese camino hacia la derecha, hasta la integración de la Izquierda Abertzale en el sistema, en lo táctico, en lo ideológico y en lo estratégico ha habido ciertos hitos. Uno es la estrategia de la negociación. La negociación entre Estados y movimientos revolucionarios de liberación es un error empíricamente demostrado en toda regla por parte de la insurgencia. Y lo es porque el Estado tiene poder para desvirtuarla, incumplir acuerdos, obligar a la insurgencia a no levantarse de la mesa pase lo que pase, pues el que se levanta pierde, porque tiene los medios de comunicación para dominar la opinión pública según le convenga, porque cuenta con la no injerencia y, en todo caso, el apoyo internacional y un largo etcétera. 

Así, dan comienzo públicamente a finales del 2009, y bajo los «principios Michel», el cambio de estrategia en la Izquierda Abertzale. ETA en un mes ratifica en un comunicado la decisión tomada por la Izquierda Abertzale. En un mes. Reseñar que el abandono de la lucha armada iba a sustituirse de alguna manera por una dinámica de desobediencia que nunca se implementó. Otro hito. Sin entrar en este espacio a valorar las diferentes cambios que tiene la Alternativa KAS, y sus faltas en cuanto a contenido, sí que hay un cambio de raíz al caracterizar a esta en 1995 como la «Alternativa Democrática». 

Otro momento a señalar es el mitin de Anoeta de finales de 2004 donde se anuncia lo que va a venir y a lo que los sectores que menciono no están dispuestos a renunciar. Es decir, «vamos a sacar el conflicto de las calles para llevarlo a una mesa…». Ese fue el lema central del acto. Esa decisión, en términos políticos y sin marcha atrás, sentenciando que en una mesa se puede negociar algo definitivo para Euskal Herria, cuando hablamos de ETA o del MLNV frente a España y Francia, es hablar de rendición. 

Es claro que el MLNV en general y ETA en particular, a partir de la década de los 80, no han sabido o no han podido asegurar una posición socialista revolucionaria hegemónica en la Izquierda Abertzale ante una posición reformista y pequeño burguesa que ha terminado haciéndose con la dirección del MLNV para llevarlo a la situación actual. Visto lo visto, y con el paso del tiempo, pienso que se cuidó demasiado llevar adelante a todos los vagones del tren sin modelar una locomotora de clase blindada cara a los objetivos finales de liberación nacional y social. 

Aún así, a unos y a otros, les ha costado no menos de quince años desmontar el MLNV. Y no hablo de atacarlo sino de desmontarlo, pues esto último se hace desde dentro. Además hay que tener en cuenta que el cambio ha sido tan profundo que estamos asistiendo a escenas dolorosas, ver en TV a quienes fueron dirigentes abertzales bailando con Ortuzar o confraternizando con quienes estuvieron en el GAL y asesinaban a nuestra gente… En estos casos donde se abandonan las posiciones revolucionarias y los objetivos porque los que se han luchado los últimos sesenta años dando un giro de 180 grados, una cosa lleva a la otra y nadie conoce los límites salvo los que han tramado todo esto. Como cuando el Alcalde de Orereta quitó la placa del militante de ETA Egoitz Gurrutxuga Gogorza y posteriormente pretende hacerle un homenaje a escondidas mientras trae a Orereta con todos los honores a un familiar de un policía muerto por ETA. 

Sellar con una firma en el parlamento de España que quien ilegítimamente nos ocupa y explota tiene un carácter democrático, nos muestra el grado de sumisión al mismo. Nos estamos acostumbrando, quizá, a oír utilizar los términos de «reconciliación» (¿con quien nos ocupa y explota?), «relato» (España tendrá el suyo y nosotros el nuestro), «paz» (no hay paz sin justicia nacional y social), «víctima» (la primera víctima es Euskal Herria y mientras no reconozcan eso no hay trato alguno), «personas presas» (presos y presas políticas vascas), «consecuencias del conflicto» (el conflicto sigue sin resolverse) y un largo etcétera. Todo eso es utilizar los expresiones y esquemas de nuestro enemigo. La razón es bien sencilla, sumisión. 

No soy el único que piensa que antes de llegar a la década de los 80, o en sus inicios a mucho tardar, habría que haber desarrollado una estructura de clase revolucionaria que hubiera sido capaz de ser el referente principal del MLNV. El contenido, actualizado a la época, hubiera sido el de la V y VI asambleas de ETA. Solamente una organización podría haber realizado esa labor con garantías positivas a corto, medio y largo plazo. No hubiera sido fácil, cierto, pero pasado el tiempo es evidente que habría sido imprescindible. Esa labor solo la podría haber realizado ETA. Y precisamente es cuando asesinan a Argala, si bien es cierto que ser referente no es sinónimo de imprescindible. Se dice que mucha militancia e incluso dirigentes de Sortu son muy críticos con esta deriva al reformismo… 

hace unos dos años que existe Herritar Batasuna en el conjunto de Euskal Herria y que, por cierto, es sistemáticamente ninguneada. En todo caso, en nuestras manos está la responsabilidad de situarse en la coyuntura actual y venidera y comenzar a conformar una posición revolucionaria dentro de los parámetros del nacionalismo revolucionario de la V y VI asambleas de ETA hasta las aportaciones de Argala. Eso quiere decir contextualizar dicho pensamiento y dotarlo de la estructura adecuada. ¿Cómo se hace? Pienso que, de alguna manera, deberá recoger lo que ya tenemos (pues lo suyo habrá avanzado a pesar del escaso tiempo recorrido) y reunir similares que nunca serán iguales. Creo que no hay que olvidar que los instrumentos para luchar, en este caso las estructuras revolucionarias están sujetas a la dialéctica de la lucha en movimiento. Por lo tanto, en mi opinión, sin miedos, lo que hay que tener claro es que hay construir la estructura más adecuada para cada momento y dotarla de la táctica y estrategia revolucionaria que acordemos teniendo en cuenta los principios o bases ideológicas que venimos de mencionar. No se puede perder ni media hora en la tarea de ponerse en marcha. 

A nueve años de aquel 2009 parece que las posiciones de clase revolucionarias debieran estar más desarrolladas en cuanto a análisis, concreción organizativa, nivel de expansión, etc. Pero los que diseñaron el cambio de ciclo/estrategia lo han hecho con todas las consecuencias. En estos nueve años sobre todo se han dedicado a desmontar el MLNV, contentar al enemigo nacional y de clase del pueblo trabajador vasco y a penetrar al cuerpo social de la Izquierda Abertzale Oficial y Reformista con una práctica filosófica totalmente burguesa y, además, pretendiendo hacer algo novedoso. Aparte de la coyuntura económica peninsular, continental, mundial, de la crisis general del capitalismo y de que no han hecho sino aumentar las razones de toda índole para construir un mundo diferente, en Euskal Herria hemos visto de primera mano de qué es capaz la burguesía cipaya y, sobre todo, la pequeña burguesía, los burócratas y los reformistas de la Izquierda Abertzale. Vista toda esa situación, los y las que pretendemos mantener una posición socialista revolucionaria vasca tenemos claro que el sujeto revolucionario ha de ser el pueblo trabajador vasco, si lo que queremos es la construcción de una Euskal Herria independiente, socialista y antipatriarcal. Y en ese difícil camino, que no tiene tiempo ni descanso salvo el ritmo que nosotros y nosotras le impongamos, los más desposeídos y concienciados serán quienes tengan la responsabilidad principal del proceso integral de liberación. Esto es, la clase trabajadora y capas populares. Con el tiempo estoy convencido que se conformará un Movimiento socialista revolucionario vasco de liberación nacional. En nuestras manos está.


Texto completo: https://www.boltxe.eus/2019/01/07/jon-iurrebaso-se-conformara-un-movimiento-socialista-revolucionario-vasco-de-liberacion-nacional/ 


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