sábado, 2 de marzo de 2019

Vuelta al País Vasco

Iñaki Etxarte es recibido con ikurriñas, flores, aurreskus y versos en su pueblo, Azpeitia (Guipúzcoa), el mismo del que huyó en 1981 para integrarse en ETA.  La retirada de su imagen de la ‘herriko’ suponía un punto final a una trayectoria que comenzó en ETA (p-m) VIII Asamblea.

Estuvo deportado en Cabo Verde (1986), primero, y en Cuba, después. En la isla ha permanecido los últimos veinte años, sin que las autoridades cubanas atendieran hasta en tres ocasiones las reclamaciones de la Audiencia Nacional para que respondiera ante justicia española.

La última causa que pesaba sobre él, y otros miembros de ETA estaba relacionada con la presunta colaboración entre la banda terrorista y las FARC.

La Ley de Amnistía del 30 de diciembre de 2016 dictada en Colombia dejó libres de ser juzgados a los miembros de las FARC. En el caso de los miembros de ETA, la Audiencia Nacional emitió un auto el 25 de octubre de 2018 por el cual se dictaba el sobreseimiento provisional sobre las actuaciones y dejaba sin efecto la orden de busca y captura.

 Ante la presentación de denuncia por el recibimiento, la Fiscalía opinó que, "no se aprecia expresión alguna de apología o ensalzamiento, ya que los hechos se limitan al recibimiento en vía pública con banderas y bengalas, entrega de ramo de flores, aurresku y solicitud de que los presos vuelvan a casa, es decir, ninguna frase enaltecedora o humillante".

Por ello interpreta que ante las circunstancias "del caso, del autor, de los destinatarios, y del contenido de los mensajes, se considera que no existe prueba bastante de la materialización de un riesgo verosímil de que se puedan cometer actos terroristas".

Esos recibimientos, añade el fiscal, se limitaron a "expresiones de satisfacción, solidaridad" y deseos meramente políticos sobre el acercamiento de los presos de ETA, que además "no habían tenido impacto alguno en la opinión pública".


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