Entrevista a David Pla

El último jefe de ETA, David Pla, asegura que la organización «está preparada para ayudar a curar las heridas» de las víctimas de ETA y que el punto de partida «es la honestidad y el reconocimiento y respeto a su dolor». Así se expresa Pla en una entrevista que publica el diario francés "Sud-Ouest", principal rotativo del País Vasco francés. El exdirigente de la banda confirma que ETA debe dar a conocer los resultados de su debate interno sobre su desaparición «para antes del verano», y agrega que el proceso de reflexión está a punto de terminar, a la espera de analizar algunas últimas aportaciones.

Pla señala que «ETA y sus militantes están preparados para continuar trabajando en favor de la convivencia», aunque precisa que «sin renunciar a su pasado ni a sus convicciones, pero con honestidad y espíritu constructivo».

«En lo que concierne a las víctimas de la actividad armada de ETA, el punto de partida es la honestidad y el reconocimiento y respeto a su dolor. ETA está preparada para ayudar a curar las heridas», pero «lo que nunca hará será considerar el sufrimiento de las víctimas como una moneda de cambio, o decir cosas que no piensa para satisfacer a algunos. Eso no sería ni respetuoso con la historia de ETA ni con las víctimas», agrega en la entrevista.

Pla insiste en que la «mejor contribución que podemos aportar a todas las personas que han sufrido el conflicto consiste en la superación total y definitiva de todo esto. Es la garantía de que todo esto no se repetirá nunca más. Y es que la pérdida de un ser querido es irreparable».

Sobre los presos reclama un «pacto de nación» en Euskadi, «una estrategia común para obligar al Gobierno a cambiar de postura en la cuestión de la política de alejamiento y dispersión de detenidos, así como sobre la puesta en libertad de los presos que están gravemente enfermos».

En este punto, cita que «la herida en las prisiones continúa produciendo dramas» como la reciente muerte del recluso Xabier Rey, pamplonés como él. Sobre el futuro de los militantes de ETA y su posible «reintegración» en la sociedad, Pla cree que debe ser un proceso simultáneo al de la «convivencia» y «reconciliación» para que «se retroalimenten mutuamente».