Un coche-bomba -"Renault 25" blanco
robado el pasado día 10 por la noche en Ondarroa (Guipúzcoa)- con unos
50 kilos de explosivos estalla a las ocho de la mañana en las inmediaciones del
hotel "Calafont" en Salou (Tarragona). La explosión provocó
quince heridos leves (entre ellos seis niños y dos guardias civiles) así como
daños a quince vehículos, rotura de cristales y daños superficiales en el hotel
y edificios de los alrededores. Un comunicante anónimo avisó de la colocación
del vehículo una hora antes señalando que estallaría a las ocho. Al parecer el
vehículo llevaba aparcado casi una semana.
Por estos hechos fueron condenados
Ainhoa Barbarín, Ismael Berasategi y Xavier Zabalo.
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