Agentes de la Guardia Civil desarticulan el
“comando Araba” al detener a sus dos jefes y a otras nueve personas más. A las
cinco de la mañana, agentes de un grupo especial de intervención entran en un
piso de Vitoria y detienen a dos hombres armados: Aitor Bores Gutiérrez (31 años, con antecedentes desde
1989) e Ignacio Crispín Garcés Beitia (33 años,
encarcelado entre 1987 y 1990); también se detuvo al propietario del piso, Josu Huerta Fernández, responsable del sindicato LAB.
En el piso se encontraron dos fusiles de asalto CETME, un subfusil UZI, 45
kilos de explosivos y material para fabricar bombas. En Vergara fueron
detenidos de madrugada y al amanecer Cristina Atxa (25 años, puesta en libertad
sin cargos días después), Unai Zubizarreta (22 años) y Mikel
Berasategi; en Amorebieta se detuvo en su domicilio a María Paz Lacasa Lasheras (40 años, profesora) y a su
marido, José Angel Etxezarreta Mancisidor (47
años, trabajador de Telefónica, miembro de LAB). En este domicilio se
encontraron 64 kilos de amonal, 10 kilos de cloratita, 12 granadas anticarro,
una pistola y material para confeccionar explosivos.
Horas más tarde se detuvo en
Antzuola a María del Carmen Irizar y en Vitoria
a Luis Elizardo Roncero y Patxi Egiluz (puesto
en libertad bajo fianza días más tarde). Por la noche se detuvo a otras dos
personas en Antzuola, José Ramón Altzerreka Bastarrena (puesto en libertad bajo
fianza días más tarde) y su hija Arantza Altzerreka Irizar (puesta en libertad
sin cargos días después), marido e hija de la detenida por la mañana. En una
lonja de su propiedad, situada en Amorebieta, se encontraron 15 kilos de
explosivos, un subfusil, cartuchos y material para preparar bombas.
El día 22 se detuvo en Aretxabaleta
a María Azucena Cardenal García (puesta en libertad sin cargos días después) y
en Vergara el día 21, a Pilar Aguirre Garai.
Se busca a Paulo Elcoro Ayastuy, hijo de José Luis Elcoro (dirigente de HB), y
a José Ascasibar.
Al parecer las pistas para llegar
al comando partieron de la detención de José Antonio Hernández el pasado 17 de
noviembre en un control, momento en el que huyeron Bores y Garcés del vehículo
parado.
Aitor Bores e Ignacio Crispín
fueron condenados por la
Audiencia Nacional a 73 años de cárcel, cada uno por la
colocación de dos explosivos en una residencia militar de Araca (Vitoria). La Audiencia consideró
probado que Crispín y Bores elaboraron las bombas el día anterior al ataque, la
noche del 4 de mayo de 1997.
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