La
Ertzaintza detiene a cinco miembros de ETA en varias
localidades de Vizcaya y Guipúzcoa. Se trata de Ibon Iparragirre Burgoa (36 años,
repartidor de pizzas, vendedor de castañas asadas, detenido en
Guizaburuaga-Gizaburuaga; en su poder se encontraron drogas); Xeber Uribe Beitia (32
años, detenido en Ondárroa, se presentó en lista electoral ilegalizada);
Asier Badiola Lasarte
(29 años, detenido en Ondárroa); Javier Zubizarreta Legardi (40 años,
candidato de la
Coalición Los Verdes-PACMA, detenido en Motrico-Mutriku) y Jon Iñaki Esnaola Alba (34
años, detenido en Deva-Deba). Los tres primeros, según fuentes de la
investigación, formarían parte del núcleo central de un comando de 'legales'
que prestaba apoyo a otros comandos de mayor entidad para la comisión de
atentados. Los otros dos serían colaboradores.
En los registros en locales y
“zulos” se encontró material explosivo y dos pistolas. Parte del material
incautado estaba en una casa “okupa”.
El día 28, agentes de la Ertzaintza detuvieron
en Ondárroa a Zunbeltz Bedialauneta Ibaibarriaga y a
Urtza Alkorta Arrizalaga en Durango por su relación
con ETA. Se les acusa de atentado contra empresas vinculadas al TAV, voladura de un
repetidor, atentado contra Casa del Pueblo de Elgóibar, atentado contra polígono
en Ávila y atentado contra comisaría de la Ertzaintza de Ondárroa.
Al parecer su responsable era Aitzol Etxaburu y tras su detención el grupo
quedó inactivo.
El día 2 de febrero, la Ertzaintza y el Cuerpo Nacional de Policía
detuvieron en Jaca a Igor Martín Niño (31 años);
la policía vasca detuvo en Berriatúa (Vizcaya), cerca de Ondárroa, a su
compañera Olaitz Lema Zabala (27 años). Ambos
podrían haber intervenido en la colocación de un coche-bomba en Ávila.
Badiola,
Niño y Etxaburu formaron el “comando Kresala” en 2005 bajo las órdenes de
Aitzol Iriondo. El resto de los detenidos (Iparragirre, Zubizarreta, Esnaola,
Uribe y Badiola) junto a Etxaburu formaron dos años después el “comando
Tontor”.
Ibón Iparraguirre fue condenado a 3 años de cárcel. Badiola e
Iparraguirre fueron condenados a 8 años de cárcel por ataques a las obras del
TAV efectuados en mayo de 2008. Iparragirre pasó a régimen de prisión atenuada
en su domicilio debido al agravamiento del SIDA que padece. La Sala de lo Penal del Supremo anuló esta condena a Badiola por falta de pruebas.
Dos días más tarde la Ertzaintza encontró un
nuevo “zulo” en Ondárroa, aunque estaba vacío.
Igor Martin, Urtza y Zunbeltz fueron puestos en libertad en julio de 2012.
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