Coche-bomba en Madrid

Estalla sobre las 9:30 una mochila colocada dentro de una furgoneta con unos 20 kilos de explosivos en la calle Rufino González del barrio de San Blas de Madrid, tras una llamada al diario “Gara” que avisaba de la colocación, a pesar de lo cual hubo 46 heridos leves, cinco de los cuales fueron ingresados. El vehículo utilizado fue una furgoneta ‘Renault Express’ y los principales daños los sufrió el ‘Edificio Aragón’, en el que hay diversas empresas y dos concesionarios de coches. Aparte de los daños en los edificios, ocho vehículos quedaron calcinados.
La furgoneta fue robada la noche anterior en San Lorenzo del Escorial y no cambiaron ni las placas de matrícula. Dos policías municipales de Valdemorillo interrogaron a sus ocupantes (un hombre y una mujer sobre las tres de la mañana pero al no ver nada sospechoso los dejaron ir). En esta localidad fue donde prepararon el artefacto explosivo de unos 20 kilos. Al parecer lo aparcaron sobre las siete de la mañana. 

En julio de 2017, la Audiencia Nacional condenó a los etarras Liher Aretxabaleta y a Alaitz Aramendi Juanarena a 535 años cada uno como autores del atentado.
La Sala afirma que la "convicción" no puede considerarse "arbitraria" sino "por el contrario concurre sobre tal extremo prueba de cargo suficiente", ya que el perfil genético de Arachavaleta fue hallado no solo en un "Renault 5" que intentaron robar en El Escorial, sino también en la botella de agua encontrada en Valdemorillo. La condena impuesta son 210 años de cárcel por 14 delitos de asesinato terrorista intentado, en su modalidad agravada, por otros tantos policías heridos, y 310 años por otros 31 delitos de asesinato terrorista intentado, a lo que se suma una pena de 15 años por estragos terroristas en concurso con tenencia de explosivos.