La policía autónoma
vasca desactiva un potente artefacto explosivo colocado en los lavabos de la Bolsa de Bilbao. Una
llamada anónima avisó sobre las 10:30 de la colocación de la bomba, indicando
que estallaría en media hora. Un fallo en el temporizador o en el detonador
evitó la explosión.
La Audiencia Nacional condenó por ello a Asier
Arzalluz Goñi a 10 años de cárcel gracias a la declaración de Gorka Martínez
Arkarazo.
Garikoitz Aspiazu fue juzgado por este atentado pero absuelto por falta de pruebas.
Garikoitz Aspiazu fue juzgado por este atentado pero absuelto por falta de pruebas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario