Miembros de ETA colocan una
"bomba-lapa" en los bajos de la furgoneta propiedad del empresario
hostelero Juan Bautista Rubio Beloki,
aparcada en un garaje de la localidad guipuzcoana de Villafranca de Ordicia.
La bomba, que debería haberse activado a primera hora de la mañana, no explotó
y fue desactivada por la
Ertzaintza después de que la hija del empresario recorriera
casi un kilómetro en dicho vehículo; un conductor alertó a Izaro Rubio de que
se veía algo anormal en los bajos de su coche. La organización acusa al
empresario de no pagar el "impuesto revolucionario".
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