lunes, 25 de enero de 2016

Documento Sustraia

La agencia Efe y las cadenas de televisión Telecinco y Cuatro dan a conocer una información en la que se habla de la existencia de un grupo disidente de la izquierda abertzale que considera que "el ciclo armado del conflicto" no ha terminado, defiende la legitimidad de la "lucha armada" y reivindica la adhesión y el apoyo "a la lucha revolucionaria de las últimas décadas" en Euskadi. Según afirman, existe un documento titulado "Sustraia" (raíz) que se muestra a favor de "todas las formas de lucha que fortalezcan la liberación nacional y social, también a favor de la lucha armada, claro, sin poner en cuestión ni una sola vez su legitimidad". Señala, asimismo, que desde que ETA renunció a la actividad terrorista, el "parámetro armado del conflicto se ha transformado, no ha acabado", y "no va a finalizar hasta que las fuerzas de ocupación armada de los Estados salgan de Euskal Herria". El grupo disidente, considera "un error peligroso poner en duda precipitadamente, desde un tacticismo coyunturalista, la legitimidad de la defensa armada de los pueblos y su eficacia" y plantea como objetivo "sacudir la ocupación de los Estados español y francés y romper la normalización política". Por ello, aboga por "dar inicio a algún tipo de adaptación de la lucha de espiral acción-represión-acción que se utilizó en su tiempo" y por "no rechazar ningún tipo de acción violenta".
En el documento, de 26 páginas, este grupo propone como objetivo "una Euskal Herria independiente, socialista, reunificada, euskaldun y feminista", y advierte de que no se trata de un proyecto "contra la izquierda abertzale oficial, sino contra los Estados imperialistas de Francia y España y a favor de la lucha y el empoderamiento del pueblo trabajador vasco". El grupo disidente considera necesaria la existencia de "una nueva organización revolucionaria" para "hacer frente" a los retos de Euskal Herria y "mantener viva la llama de la resistencia de este pueblo".En el documento se recogen unos "criterios de funcionamiento", en los que se exige "extrema rigurosidad" a los militantes "si llega el momento de realizar acciones ilegales, y si lo planeado pudiera tener consecuencias penales".Establece, asimismo, una serie de "medidas de seguridad", entre ellas la no utilización de tecnología para la comunicación entre los militantes, ya que puede ser controlada "fácilmente por el enemigo", prohíbe llevar el teléfono móvil "a una reunión o acción", ya que cumpliría las funciones de "GPS y micrófono", y plantea la utilización de "buzones" para las comunicaciones.

Sendoa Jurado, portavoz habitual de ATA habló sobre este asunto:
(...) se habla de un documento de nombre «Sustraia» que, según Cuatro, recogía que los «disidentes» estaban planteando volver a la lucha armada. La cadena de televisión afirma que un dirigente de Sortu habría entregado dicho documento a los inquilinos de Ajuria-Enea para que el PNV supiera de la existencia de ese grupo.
Mi primera reacción al conocer la noticia fue la de no darle credibilidad, y así se lo expresé a las personas que estaban a mi alrededor, porque no considero de fiar ni a Cuatro ni a Telecinco, que también dio la noticia, ambas de la misma casa. Por eso esperaba que Sortu saliera a desmentir tajantemente la noticia, y salir salió, pero no a desmentirla en su totalidad. Sortu solo negó la noticia parcialmente por medio de una frase muy bien medida: al PNV no le han entregado «ninguna información sobre ningún grupo que proponga volver a la lucha armada». Claro, porque no existe ningún grupo que este proponiendo volver a la lucha amada, y aquí cada matiz toma importancia, ya que esa frase deja fuera a todos los que no proponen volver a la lucha armada y, por lo tanto, a todos los que existen. La reacción ambigua de Sortu fue la que encendió mis dudas, y no la información de Cuatro.

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