Dos agentes de la Guardia Civil son
tiroteados sobre las nueve de la mañana tras salir de la cafetería ‘Les
Ecureuils’ en el sur de Francia, en la localidad de Capbreton. Los
agentes participaban en una operación de vigilancia junto a agentes franceses
cuando fueron identificados por tres etarras en dicha cafetería (Les
Ecureuilles), en la que coincidieron de manera casual. Los guardias entraron en
su vehículo y uno de los etarras también entró; a continuación les dispararon.
El guardia Raúl Centeno Pallón (24
años) resultó muerto en el acto, mientras que Fernando Trapero Blázquez (23 años) murió el día 5 en el hospital
de Bayona.
Los etarras (dos hombres y una mujer) huyeron en un
“Volswagen Golf”, robado en julio en el Departamento de Cher, que apareció
horas después en Saint Server con un pequeño artefacto explosivo en su
interior. En esta localidad robaron otro coche (Peugeot 307) a punta de pistola
y abandonaron a su conductora (Fanny Tilhet) en un bosque en Saucats,
atada a un árbol. Consiguió desatarse sobre las 12:50. Este vehículo fue
localizado el 1 de mayo siguiente en Talence.
El día 3, dos de ellos intentaron
robar un coche en Gabillou pero el propietario lo impidió tras un
forcejeo y huyeron en un Renault Clio. Con este coche huyen del lugar pero
tienen un accidente al día siguiente y lo abandonan en Puylaurens, de donde son
recogidos por un automovilista que los lleva hasta Revel, donde toman un
autobús a Toulouse. En este coche se encontraron numerosos casquillos y
una diana. En esta ciudad la policía encontró un piso ya vacío usado en el
último mes por los etarras.
A partir de entonces, Francia permitió ir armados a los guardias civiles que actuaran en Francia.
Según algunos testimonios y pruebas, el autor de
los disparos fue Mikel Carrera Sarobe, al que acompañaban Saioa Sánchez y Asier
Bengoa.
Por ello Karrera Sarobe (Ata) fue condenado a cadena perpetua y Saioa a 28 años. Asier Bengoa fue condenado a 15 años, aunque no se declara demostrado que interviniera en el crimen. En el juicio por este doble asesinato se condenó también a Garikoitz Aspiazu (9 años), Ibon Goieaskoetxea (7 años), Eider Uruburu (5 años) y la huida Iratxe Sorzabal (5 años).
Por ello Karrera Sarobe (Ata) fue condenado a cadena perpetua y Saioa a 28 años. Asier Bengoa fue condenado a 15 años, aunque no se declara demostrado que interviniera en el crimen. En el juicio por este doble asesinato se condenó también a Garikoitz Aspiazu (9 años), Ibon Goieaskoetxea (7 años), Eider Uruburu (5 años) y la huida Iratxe Sorzabal (5 años).
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Al parecer en esta fecha Igor Portu y Mattin Sarasola viajaron a Madrid para
estudiar un atentado contra la zona de Azca que tendría que realizarse meses
más tarde, aunque la detención de los etarras frustó la colocación del
coche-bomba.
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