Una llamada en nombre de ETA alerta de la colocación de una bomba en la cafetería del hotel "Los Tamarises", situado en el paseo marítimo de la localidad de Guecho (Vizcaya). A las 15:28 hizo explosión el artefacto, colocado en el aseo de caballeros, causando importantes desperfectos en el establecimiento que pudo ser desalojado con antelación.
Los terroristas califican al establecimiento de "punto de reunión de los responsables políticos, policiales y oligárquicos de la opresión".
Por este hecho fue condenado Jon Kepa Preciado a 16 años de prisión. El tribunal cree probado que Preciado y otros tres compañeros de comando, Aitor Herrera Vietes (ya juzgado por estos hechos), y otras dos personas (José Juan García González y Eneko Agirresarobe), planificaron y desarrollaron la colocación de un artefacto explosivo en dicho hotel.
Dos etarras colocaron el explosivo con, al menos, 15 kilos de cloratita en los servicios de la planta baja del hotel y después cruzaron la ría del Nervión, donde les esperaba Herrera, quien les recogió y les llevó hasta un piso en Santurce.
La Ertzaintza desalojó el hotel y acordonó la zona, por lo que la explosión solo causó daños en el establecimiento valorados en unos 230.000 euros.
García González fue condenado a 16 años de prisión por un delito de estragos terroristas.
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