viernes, 5 de junio de 1998

Operación contra "comando Vizcaya": una etarra muerta

Operación antiterrorista de la Ertzaintza dirigida por Baltasar Garzón para desarticular el “comando Vizcaya”. Son detenidas catorce personas y una etarra resulta muerta; se registraron once inmuebles y se encontró abundante documentación, armas y explosivos. Los tres miembros “liberados” del comando -Ignacia Ceberio Arruabarrena (35 años, alcanzada al menos por 11 proyectiles), Iñaki Bilbao Gaubeka (28 años) y Francisco Marques Zelaia (28 años)- dormían en un piso de Guernica cuando de madrugada entraron los agentes de la Ertzaintza y se estableció un tiroteo. Zeberio resultó muerta, Bilbao resultó herido al saltar a un patio desde el segundo piso y un ertzaina fue herido de bala. Los etarras llevaban ocho días en el piso.
En una lonja de Guecho se localizó un coche robado. Fueron detenidos: Olga Sanz y Javier Moreno, en Bilbao; Marta Picaza Garigorta (29 años, embarazada, puesta en libertad bajo fianza días más tarde) y José Luís Blanco (30 años), arrestados en Llodio; Jesús del Bado González (32 años), detenido en Sondica; Estibaliz Olabarrieta Landa, detenida en Lemóniz; Arkaitz Madariaga Martínez, en Algorta (puesto en libertad horas más tarde); Yagoba Terrones Arrate, en Berango; Iñaki Fernández de Nogaro, en Trápaga y Juan Maria Toquero. Se localizaron dos pisos en Santurce y Guecho. La mayoría de los objetivos que tenía el comando eran concejales del PP y miembros de la Guardia Civil y se cree que iban a matar de modo inminente a un guardia civil.

En 2002, la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia condenó a 17 miembros y colaboradores del «comando Vizcaya» de ETA, a penas que suman 401 años de prisión por un total de 49 delitos. La mayor condena -101 años de cárcel- corresponde a Ignacio Bilbao por, entre otros, integración en banda armada, asesinato en grado de tentativa, conspiración para el asesinato y estragos. Además, la sentencia condena a Javier Moreno Ramajo a 74 años y a Olga Sanz Martín a 71 años. Bilbao se dedicó a recopilar información sobre posibles objetivos. Incluso llegó a tener a tiro al entonces consejero de Interior vasco, Juan María Atutxa, contra el que decidió atentar, aunque finalmente no lo hizo «porque había mucho público». Una semana más tarde siguió, con la misma intención, al presidente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, pero el asesinato también quedó frustrado, esta vez «por la escolta que le protegía». No fueron éstos los únicos atentados frustrados de la banda, que llegó a colocar varios artefactos que no explotaron; salvo uno que le estalló a Urko Labeaga cuando lo manipulaba.

Olga Sanz tuvo un hijo en prisión.

En agosto de 2018, Olga Sanz y Javier Moreno fueron trasladados desde la cárcel de Villabona (Asturias) a la de Basauri, para terminar de cumplir sus respectivas condenas en régimen abierto. A ambos les fue concedido el tercer grado tras haber cumplido tres cuartas partes de sus penas y rechazar el uso de la violencia.
En marzo de 2019, el juez de Vigilancia Penitenciaria José Luis de Castro dió el visto bueno a la puesta en libertad condicional. «Han renunciado a la violencia, han pedido perdón a las víctimas y han mostrado su voluntad de colaborar con la Justicia y con las demás autoridades», subrayaron en su día desde Instituciones Penitenciarias. Moreno, además, «ha abonado la responsabilidad civil derivada de sus delitos», señala De Castro en su escrito.



.- Incidentes en Bilbao con quema de autobús por parte de tres encapuchados.

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