lunes, 6 de junio de 2016

Comunicado disidencia abertzale

Militantes de la izquierda abertzale críticos con la gestión de Sortu han constituido un colectivo que responde al nombre de Aurrerantz (Hacia adelante) y que aboga por recuperar las prácticas de «la desobediencia activa con todas las consecuencias». En un documento elaborado tras mantener distintas reuniones «para poner en común sus experiencias, análisis y perspectivas para ponerlas al servicio de la lucha por la liberación nacional y social de Euskal Herria», los disidentes defienden también el «derecho a la rebelión, utilizando los métodos de lucha que se piensen necesarios en cada momento para combatir al enemigo». 

Aurrerantz llama a «la construcción de la Organización Socialista Revolucionaria Vasca de Liberación Nacional» para enfrentarse a los opresores y retomar «adecuándolas a las condiciones actuales, las líneas estratégicas que han sido la base de la izquierda abertzale antes de Zutik Euskal Herria».
Aurrerantz señala «la necesidad de crear un movimiento popular por la amnistía diferenciada» de la oficial de la izquierda abertzale. «La amplitud y la riqueza de la lucha por la amnistía sólo puede recogerse si la organización que canaliza esta lucha a través de un amplio movimiento popular organizado fuera del partido, con un entronque respecto a los objetivos finales, pero con independencia de funcionamiento», añade el texto . «No querer trabajar en ese sentido es ahogar la lucha por la amnistía». 

Texto íntegro:

Somos militantes de la Izquierda Abertzale, jóvenes y mayores, que siempre hemos luchado por una Euskal Herria socialista e independiente, euskaldun, feminista y ecologista. Nuestra militancia revolucionaria la hemos realizado en diversas organizaciones y colectivos del Movimiento Vasco de Liberación Nacional, cada cual en la que ha creído más conveniente.

Ante la situación por la que atraviesa actualmente Euskal Herria y la Izquierda Abertzale nos hemos reunido para exponer nuestras experiencias, análisis y perspectivas en común. Nuestro trabajo, fuerza, reflexión y experiencia las queremos poner al servicio de la lucha por la liberación nacional y social de Euskal Herria.

Tras más de cincuenta años de dura lucha hemos conseguido que Euskal Herria siga existiendo, que el euskara siga vivo, que la conciencia nacional de clase haya prendido en el pueblo vasco, que no hayan acabado con la Ama Lurra, que el feminismo haya avanzado y que muchas otras luchas continúen dando la batalla a los Estados opresores y al capitalismo, pero las opresiones nacional, de clase, patriarcal, continúan vigentes.

España y Francia impiden a la nación vasca desarrollar cualquier proyecto socialista y de independencia. La opresión que sufre Euskal Herria está marcada por los intereses de las respectivas burguesías que en el proyecto europeo imponen en su propio beneficio y en contra de las clases populares, especialmente contra las mujeres y la juventud. El futuro que nos quieren imponer se asemeja a las condiciones de vida del siglo XIX: paro, miseria, exclusión, emigración forzada, terror patriarcal, alienación, poder adulto, agotamiento del planeta, genocidio cultural y lingüístico de las naciones oprimidas… Esta es la democracia burguesa.

La estrategia oficial de la izquierda abertzale desde hace 7 años, más o menos, para luchar contra esta situación en la que se encuentra Euskal Herria ha demostrado ser un total fracaso. Primar la lucha institucional sobre la lucha popular, debilitando el movimiento obrero y popular; practicar un tipo de «eficacia» política burocrática mediante la forma partido, cayendo en el oportunismo y el tacticismo; utilizar la unilateralidad aceptando y cumpliendo las leyes impuestas, etc. Esta estrategia nos lleva directamente al más absoluto de los fracasos. Por eso creemos que es necesario trabajar y luchar para cambiar esta política y retomar, adecuándolas a las condiciones actuales, las líneas estratégicas que han sido la base de la izquierda abertzale antes de Zutik Euskal Herria. No se puede plantear una estrategia sin tener en cuenta las condiciones del capitalismo actual. No hubo ni habrá Estado de «bienestar» y cualquier proyecto socialdemócrata que lo prometa está engañando al pueblo.

Esta estrategia socialdemócrata ha entrado en crisis y al no cumplir con las expectativas de la militancia abertzale y socialista se pone en marcha un proceso de readecuación: el debate Abian.

El inicio del debate Abian suscitó muchas esperanzas, lo que llevó a que militantes que se habían separado de la Izquierda Abertzale o de su entorno se reunieran para participar en el debate. Muchas personas vieron la posibilidad de realizar todas las críticas que en su momento fue imposible hacer durante el debate de Zutik Euskal Herria. Otras personas que sí estuvieron de acuerdo en su momento con Zutik Euskal Herria y con Sortu, ante la deriva reformista de este partido querían y deseaban realizar un debate abierto en el que se pudiera hablar de todo y plantear todas las visiones que constituyen la verdadera Izquierda Abertzale. Muchas personas vieron la posibilidad de influir desde el debate Abian en la línea política y en el tipo de organización que la Izquierda Abertzale necesita, aunque muchas otras ya desconfiaban de este camino.

En el primer debate participaron activamente unas 9.000 personas, planteando gran cantidad de problemas existentes en la línea política de Sortu, que se plasmaron en 800 aportaciones. En la segunda fase participaron, según cifras oficiales de Sortu, 4.782. En la última parte del debate asistieron, según datos oficiales, 3.059 personas. La participación cada vez más escasa nos lleva a pensar que la metodología planteada solo era útil para las tesis oficiales, que huyendo de cualquier autocrítica real, reforzaban la política que decían criticar.

En realidad el 80% de apoyo a la ponencia oficial es un dato falso, puesto que no es el 80% de la izquierda abertzale, es el de la minoría que ha seguido hasta el final el debate Abian, o sea que es un porcentaje extremadamente bajo.

La razón última que hace desconfiar del proceso de debate Abian es que mientras se daba el «debate», ha habido acuerdos estratégicos no acordados con las bases. Algunos de los ejemplos más llamativos, pero no los únicos, son: el acuerdo con el Estado del tema de Segura, la aprobación con el PSE-EE y UPD de la Ley de Vivienda en la CAV, la anulación de Udalbiltza mediante el acuerdo con el PNV de Eudel y la aprobación con el PNV de la Ley Municipal. Podríamos hablar de más acuerdos como, por ejemplo, la aprobación de los Presupuestos del 2016 de la Diputación de Araba y de los del Ayuntamiento de Gasteiz con el PNV-PSE. Estos y otros acuerdos restringen seriamente las posibilidades de avanzar hacia el socialismo y la independencia.

En relación al contenido del debate Abian y a las aportaciones realizadas, cuatro lineas han sido fundamentales:

Desobediencia – derecho a la rebelión.

Movimiento popular por la amnistía de los y las presas políticas.

Dirección colectiva, modelo de movimiento.

Fortalecimiento y desarrollo de un movimiento popular como base del proceso socialista e independentista de construcción del Estado vasco.

Ninguna de las enmiendas sobre estos puntos ha sido aprobada lo que representa un gran paso hacia atrás respecto a lo que han sido las líneas estratégicas y constantes de la Izquierda Abertzale.

El tema del primer punto, la desobedienciaes fundamental en los procesos de lucha y en concreto en la lucha del pueblo vasco. Hablamos de una desobediencia activa con todas sus consecuencias. Esta desobediencia no tiene nada que ver con el pacifismo, puesto que en última instancia lleva a enfrentarse con los opresores, desobediencia ejercida como derecho a la rebelión, utilizando los métodos de lucha que se piensen necesarios en cada momento para combatir al enemigo. A lo máximo que han llegado las tesis oficiales es a hablar de desobediencia civil, pero solo han hablado, en ningún momento se ha llevado nada a la práctica.

El segundo, la necesidad de crear un movimiento popular por la amnistía de los y las presas políticasdiferenciada de Sortu tampoco ha sido aprobada. La amplitud y la riqueza de la lucha por la amnistía de los y las presas políticas vascas solo puede recogerse si la organización que canaliza esta lucha es a través de un amplio movimiento popular organizado fuera del partido, con un entronque respecto a los objetivos finales, pero con independencia de funcionamiento. Este movimiento es tanto o más necesario cuanto que los Estados español y francés imponen y multiplican las medidas represivas. No querer trabajar en ese sentido es ahogar la lucha por la amnistía.

Tercero, dirección colectiva, modelo de movimiento. La historia de la lucha de la clase trabajadora ha demostrado que cuando se quiere centralizar todo no hay movimiento popular rico, sino correas de transmisión del partido que finalmente ahogan a las organizaciones populares. Las enseñanzas que podemos extraer de la V Asamblea y que la experiencia de la lucha del pueblo vasco en los últimos cincuenta años ha demostrado que es necesario una organización tipo movimiento para recoger la riqueza de las luchas populares, en las que hay una unidad en cuanto a la estrategia, pero al mismo tiempo una independencia de cada movimiento popular en su lucha.

Respecto al último punto: fortalecimiento y desarrollo de un movimiento popularcomo base del proceso socialista e independentista de construcción del Estado vasco es un punto fundamental para la organización de las luchas populares. Querer que todo pase por un partido o una entidad formada por Sortu, LAB y Ernai, es limitar y ahogar todas las posibilidades que tiene el movimiento popular.

Ante este resultado del debate Abian pensamos que debemos recoger las experiencias de la V Asamblea, viendo en ella el inicio de la andadura de lo que ha sido el MLNV, una andadura llena de luchas, victoriosas unas y otras no, pero de las que hemos podido extraer lecciones para aplicarlas en otros momentos y situaciones, y que pensamos nos servirán para avanzar actualmente.

De la V Asamblea hemos extraído nociones fundamentales, que representaron un salto cualitativo, para la lucha de nuestro pueblo: la opresión nacional es una contradicción irreconciliable; la explotación capitalista es otra, las mujeres sufren una triple opresión: nacional, de clase y patriarcal; derecho a la rebelión en todos sus sentidos; necesidad de la formación, del debate, de la praxis y de la crítica y autocrítica, Euskal Herria como marco autónomo de lucha de clases, el pueblo trabajador vasco como sujeto revolucionario, la conciencia nacional de clase y el nacionalismo revolucionario. La lucha del pueblo trabajador vasco no es para realizar una revolución democrática, sino una revolución socialista. El sujeto activo de esta revolución es el Pueblo Trabajador Vasco y su organización no es un partido clásico sino que tiene forma de movimiento.

Pensamos que estamos en un momento en el que se puede desbaratar la lucha de estos últimos cincuenta años o, por el contrario, en el que se puede confirmar, reorganizando la Izquierda Abertzale y avanzando hacia una República Socialista Vasca.

El reformismo de la actual dirección de la Izquierda Abertzale unido a la debilidad ideológica actual ha hecho que conceptos que se tenían claros hace años hayan sido apartados, escondidos, y en su lugar nos inunden con una larga serie de conceptos laxos, del pensamiento débil como ideología, sin contenido de clase trabajadora, sino todo lo contrario: la ciudadanía, democracia sin saber muy bien para quién es la democracia, presentar el Estado como algo neutral, dejar de lado la formación… «pensar» que mediante meras reformas se puede transformar la sociedad con el beneplácito de quienes se benefician de las opresiones. Lo que está en cuestión es responder a la pregunta: ¿de quién es Euskal Herria, del pueblo trabajador vasco o del capital?

Por todo ello, hacemos un llamamiento a dar a conocer este texto y a debatirlo, conjuntamente con otros textos que se han hecho públicos recientemente, sin perder de vista la difícil situación histórica en la que nos encontramos, una situación histórica que puede llevar a una efervescencia de las masas oprimidas, y a entrar en contacto con otros colectivos afines para buscar los puntos que nos unen para trabajar en la confluencia. Es cierto que se está entrando en un periodo que puede dificultar esta tarea, un periodo electoral: elecciones españolas (junio), elecciones estatutarias de la CAV (octubre), pero planteamos que, a pesar de las dificultades que podamos encontrar, salgamos de esta coyuntura coordinados y avanzando en la construcción de la Organización Socialista Revolucionaria Vasca de Liberación Nacional.

Euskal Herria, 2016ko ekainaren 6an

Aurrerantz

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