sábado, 8 de abril de 2017

Entrega de armas

A primera hora de la mañana, con el alcalde de Bayona y presidente de la Mancomunidad, Jean René Etchegaray, en el papel de anfitrión, la Comisión Internacional de Verificación ha recibido de manos del "artesano de la paz" Jean-Noël Etcheverry la lista con las localizaciones de las «armas, municiones y explosivos» de ETA, que han trasladado «inmediatamente» al fiscal Samuel Vuelta-Simon que a su vez lo trasladó al fiscal competente en terrorismo en París. Como testigos del acto en Bayona y en el salón del Ayuntamiento estuvieron dos sacerdotes: Matteo Zuppi y Harold Good (protestante irlandés).
Cada uno de los ocho depósitos estaba custodiado por una veintena de personas con chalecos fluorescentes. En total 172 voluntarios. Se encontraron cerca de 3,5 toneladas de armas y explosivos, confirmó el primer ministro Bernard Cazeneuve por la noche. Ese arsenal había sido inventariado previamente y sellado por la Comisión Internacional de Verificación, como lo demuestran los listados detallados de cada zulo. Una primera estimación hablaba de 110 armas de fuego y miles de detonadores y munición. En los escondites había cuatro granadas de carga hueca e importantes cantidades de explosivos, precursores, munición, sustancias químicas y componentes para la fabricación de artefactos. Después se comprobó que eran 73 armas, de las que 68 son cortas y cinco largas.
El departamento en el que están localizados los zulos, el de los Pirineos Atlánticos, frontera directa con el País Vasco, ha sido el más utilizado en la historia por la banda terrorista para esconder sus armas. En concreto, las armas estaban en zonas boscosas de las localidades de Etcharry, Audaux-Castetbon, Viellenave de Navarrenx, Maslacq, Lahontan, Barcus, Araujuzon y Saint-Pee-Sur-Nivelle. La mayor cantidad estaba en el situado entre Barcus y Aramits con 770 kilos de explosivos.

En la Plaza de Saint-Andre, en Bayona, las imágenes del desarme aparecieron en una pantalla gigante. En un bosque, en un campo, hombres y mujeres con monos fluorescentes formaban un círculo. Ante ellos, las excavaciones, y bidones de plástico, cubiertos de tierra, o todavía enterrados, que contienen armas y explosivos. Las imágenes tomadas durante la mañana, en los ocho depósitos de armas, fueron presentadas a la multitud que había venido a celebrar el desarme de ETA, a partir de las 15 horas. En la plaza, la multitud de unas 10.000 personas corea con fuerza: "Euskal Presoak etxera! " (presos vascos a casa) e "independencia". Entre los asistentes estuvo Arnaldo Otegi y Pello Urizar.
Una declaración final bautizada "Manifiesto de Bayona" apoya esa solicitud. Con el respaldo de un centenar de personalidades, el documento insta a los gobiernos a comprometerse en el proceso. Durante la lectura del manifiesto subieron al escenario medio centenar de personas, entre ellas el expreso de ETA Jesús María Zabarte. El texto señala que “todos ganan” si “la política penitenciaria se vuelca al presente” y “termina el alejamiento” de los reclusos de la banda terrorista y la salida de las prisiones de los reclusos enfermos. ”Esto también debe ser posible”, señaló el profesor navarro Fernando Armendariz, quien leyó el manifiesto en castellano.
El documento subraya que la paz “no es la ausencia de violencia, aunque con violencia no puede haber paz,” por ello, “el desarme es imprescindible”. Además, el manifiesto de Bayona muestra su compromiso para “reconocer a todas las víctimas”, “las de estas armas y las de las otras armas” y ha asegurado que “no pervertirá su historia en beneficio propio”.

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