miércoles, 20 de septiembre de 2006

Reuniones en santuario Loyola

El Santuario guipuzcoano de Loyola , regentado por jesuitas, alberga el diálogo que PSE y PNV mantienen con discreción con la formación ilegalizada Batasuna sobre el proceso de paz.
Por el PSE acuden el presidente de este partido en el País Vasco, Jesús Eguiguren y el portavoz parlamentario, Rodolfo Ares. El PNV estuvo representado habitualmente por Iñigo Urkullu y Josune Aristondo, aunque también ha acudido en alguna ocasión Josu Jon Imaz. Por parte de Batasuna acuden Arnaldo Otegi y Rufino Etxebarría, aunque en ocasiones también estuvo una mujer.

Las conversaciones de Loiola se mantuvieron entre el 20 septiembre y el 15 de noviembre en 12 encuentros. 

PNV, PSE y Batasuna se comprometerion a “promover la creación de un Órgano Institucional Común para los cuatro territorios comprendidos en dichos ámbitos”, siempre que contara con “la adhesión y el respeto de la voluntad democrática de la ciudadanía en cada ámbito territorial “ y, además, “el modelo institucional resultante podría modificarse en el futuro respetando la voluntad popular y en el marco de los procedimientos legales vigentes en cada momento”. 

Este principio de acuerdo, se rompió cuando, en una reunión posterior, los representantes de Batasuna dieron un giro de 180 grados y, convertidos en mensajeros de ETA, pretendieron incorporar aspectos que conculcaban el espíritu y le letra de cuanto se había acordado. En el último momento, Batasuna quiso, por un lado, un cambio de ordenamiento jurídico-político del País Vasco y Navarra, al margen de los procedimientos legales y si más límites que la voluntad popular del conjunto de la ciudadanía. Y, por otro, la elaboración de un “Estatuto de Autonomía nuevo en un plazo no superior a dos años”.

El 6 de noviembre Arnaldo Otegi citó a Jesús Eguiguren en Txillarre, alegando que tenía que comentarle una cuestión importante antes de la cita en Loiola. Fue allí donde informó de que iban a presentar en la siguiente reunión esas modificaciones. El PNV y PSOE no aceptaron los cambios planteados y las conversaciones se rompieron.

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