sábado, 29 de agosto de 2015

Manifestación y sabotaje

Sobre las 4:40 de la madrugada estalla un artefacto incendiario colocado en la puerta de una sucursal de Kutxabank en Salvatierra (Álava). La explosión causo diversos daños en la sucursal y un pequeño incendio. En la cristalera apareció una pintada con el lema "Guztiok batera. Euskal Herria Aurrera". Horas más tarde se envió una reivindicación de la acción en un comunicado remitido a un medio, firmado por EHA, en el que se afirma que: "Ante el nuevo ciclo en que se encuentra el proceso de liberación, es indispensable superar la fase de lucha armada y con la lucha popular a la cabeza, encabezar un proceso de lucha social que nos lleve a superar el bloqueo y las opresiones a las que nos vemos sometidos". "En ese sentido, queremos trasmitir la sociedad vasca la necesidad de proceder de forma unitaria en dicho proceso. Es el momento de tomar la delantera a las ofensivas de los Gobiernos y burguesía de los Estados español y francés".
La nota finaliza con las palabras 'Euskal Herria Aurrera'.


.- Se celebra en Bilbao una manifestación convocada en petición de amnistía para los presos de ETA y contra la represión. La marcha fue convocada en las redes y anunciada en carteles bajo el lema Jaiak bai, amnistia ere bai. En el blog 'Amnistia Garrasia', del entorno del colectivo Amnistia Ta Askatasuna, también se llamó a la participación. El delegado del Gobierno en el País Vasco presentó una denuncia ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional al entender que se produjo un delito de enaltecimiento del terrorismo durante la lectura de un texto al final de la manifestación ya que se afirmó que los presos de ETA no son terroristas.


viernes, 28 de agosto de 2015

Manifestación en Bilbao

Miles de personas participan en una manifestación por las calles de Bilbao, convocadas por los familiares y amigos de los presos de ETA, para pedir la puesta en libertad de los 11 reclusos que se encuentran gravemente enfermos.
El acto ha contado con el apoyo de organizaciones como Sortu, EH Bildu, el sindicato LAB y la red ciudadana de apoyo a los presos de ETA Sare.
Al término de la manifestación se leyó un comunicado en el que se denuncia que los gobiernos de España y Francia "vulneran de manera sistemática los derechos humanos" ya que mantener recluidos a quienes están gravemente enfermos es "jugar con la vida" de esas personas.
En la marcha participaron familiares y amigos de los presos que portaban carteles y una pancarta con el lema de la convocatoria: "Necesitamos a los presos enfermos en casa", escrito en euskera, junto a una imagen de una ambulancia.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Concentración y denuncia en Bilbao

Un grupo de casi 150 personas presentan ante el Juzgado de Guardia de Bilbao denuncias contra el secretario general de Instituciones penitenciarias, Angel Yuste, y los directores de las cárceles de Puerto III, Miguel Angel Rodríguez, y Segovia, José María García, por la situación de «aislamiento ilegal» de los abogados Arantza Zulueta y Jon Enparantza.
A la concentración ante los juzgados asistieron, entre otros, el parlamentario de EH Bildu, Iker Casanova, el secretario de Organización de Sortu en Bizkaia, Niko Moreno, la juntera de EH Bildu Arantza Urkaregi y Tasio Erkizia.

domingo, 16 de agosto de 2015

Manifiesto de Eusko Ekintza

El colectivo Eusko Ekintza hace público un documento, denominado "Ekintza Garaia da", en el que llama a "la renovación necesaria" para sacar a la izquierda abertzale del "colapso" y en el que defiende el "reforzamiento del movimiento popular en contra de los que han querido desmantelarlo".
En su opinión, en el marco de una "táctica fallida" de la izquierda abertzale, se ha desactivado gran parte del movimiento popular, que ha sido sustituido por "el marketing al uso de los partidos" políticos.
Eusko Ekintza aboga por "volver a colocar la petición de amnistía" para todos los presos de ETA en "la agenda política" y considera que "todas las víctimas del conflicto vasco tienen derecho" a que se les apliquen los principios de verdad, justicia y reparación", pero recalca que también las del "genocidio franquista y el terrorismo de Estado" que, según dice, son "las únicas que están quedando exentas" de estas garantías.
"Socialismo", "independencia", "desobediencia civil" e "insumisión activa" son algunas de las máximas defendidas por este colectivo, que aclara que "no llama a romper nada sino a sumar lo que se está mal perdiendo por el camino".

Extracto:

En estos últimos años, en nuestro modesto grupo, después de haber padecido fuertes presiones externas simplemente por manifestar nuestra opinión sobre lo que estaba ocurriendo, hemos podido comprobar con preocupación que la importante oportunidad abierta tras el alto el fuego definitivo de ETA para empezar a encarrilar décadas de Conflicto Vasco, se ha ido diluyendo entre la cerrazón absoluta de los Estados a ningún avance democrático, el mantenimiento íntegro de toda la batería de legislación de excepción con continuas vulneraciones de derechos civiles y políticos, y la renuncia por parte de algunos (en la praxis diaria) de los objetivos estratégicos históricos, y todo en favor de otros nuevos y no reconocidos  objetivos. Objetivos  que asumen e impulsan el cumplir acríticamente con el marco impuesto (por poner un ejemplo gráfico con las banderas y otros símbolos en instituciones) y reconocer el régimen actual  no ya por imperativo legal sino por dejación. Estrategias y tácticas que a todas luces están resultando fallidas desde el primer momento al no darse ni siquiera movimientos cosméticos por parte de los Estados que avalasen y diesen una mínima rentabilidad siquiera propagandística a estos pasos. Todo ello impulsado por parte de los que se han erigido a sí mismos y en exclusiva como los únicos depositarios de toda la tradición y legitimidad sociopolítica de la Izquierda Abertzale.

La apuesta de este sector hegemónico, que no representativo de la totalidad del conjunto, únicamente por lo electoral, se ha visto finalmente frenada en las propias urnas (elecciones europeas, forales y municipales…). Y en gran parte esto ha sido así (a pesar de algunas lecturas interesadas sobre la gestión de residuos y la carga fiscal a las grandes fortunas) por la pérdida constante de una masa militante crítica que ha sido conscientemente desactivada y anulada, convirtiendo en actos de fe todos los movimientos que se realizan (por muy incomprensibles que fuesen para la cultura histórica de la Izquierda Abertzale). Cortocircuitando así toda capacidad de análisis y aportación por parte de la militancia. Muchas veces además, de muy malas maneras y en aras de una sumisión absoluta de todo el conjunto sociológico de la Izquierda Abertzale a una táctica política elitista que se ha manifestado ineficaz,  y una estrategia de Independencia y Socialismo cada vez más difuminada entre el etéreo “derecho a decidir”, las “políticas sociales progresistas” y el creciente colapso al que se está conduciendo deliberadamente al movimiento popular intentando que su militancia sea sumisa o dirigida en vez de creadora y transgresora. 
El mismo movimiento popular vasco, que es el que ha sido durante décadas el humus del que se ha alimentado el independentismo de izquierdas y la fuente de poder popular frente a las imposiciones sociopolíticas de los estados y del capital. El retroceso electoral nace fundamentalmente de la pérdida de ilusión por el proyecto y de la falta de implicación de una militancia que históricamente lo ha defendido en las condiciones más duras, también en la lucha electoral e institucional. Esta implicación militante ha sido sustituida en las elecciones y también en la comunicación de lo que se hacía en las instituciones por marketing al uso, como si la I.A. fuera una fuerza más del sistema. Los resultados están a la vista. Sin olvidar unas prácticas de gestión institucional en muchos casos elitistas y alejadas de la participación popular y de parte del espectro sociopolítico de la I.A. y del movimiento popular, que han sentido una clara desafección por lo que ocurría en esas instituciones cuando no han chocado directamente con algunas prácticas y decisiones.

En este viaje a ninguna parte (más allá de los iniciales avances electorales ahora en plena regresión; avances que tampoco consiguieron el objetivo marcado de superar el autonomismo del PNV en las urnas), se ha sacrificado a gran parte del movimiento popular dentro de una táctica de “unilateralidad” entendida mayormente como la negación de la confrontación democrática con los Estados y la desactivación de cualquier manifestación de la misma. Todo ello en la falsa creencia auspiciada por figuras y grupos de “asesores” locales e internacionales, que de esa manera los Estados “se moverían indefectiblemente” bajo una inexistente “presión internacional”. El fracaso de estos “consejos interesados” (interesados en desarticular un veterano foco de disidencia sociopolítica en el seno de la Unión Europea y Europa Occidental) es más que evidente, más allá de algunas “fotos de relumbrón” de costosas reuniones y conferencias internacionales, que hasta la fecha no han cristalizado en ningún movimiento concreto por parte de los Estados o sus opiniones públicas. Es más, han sido ninguneados de manera meridiana.
En resumen, mientras los Estados han aumentado su nivel represivo, la izquierda abertzale ha disminuido su capacidad de lucha y respuesta, retrocediendo en algunos aspectos casi 40 años. A las épocas previas a la creación del movimiento pro-amnistía y anti represivo y a repetir melodramáticamente frente a las constantes conculcaciones de derechos sociopolíticas eso de “esta represión no va con los nuevos tiempos” en vez de asumir que la represión en diversos grados y coyunturas es, por desgracia, consustancial en cualquier tiempo al tratamiento del “conflicto vasco” por parte de los Estados.
Algunos de los puntos álgidos de esta política de destrucción de cualquier fuerza con capacidad de confrontación democrática con los Estados están en la liquidación de la coordinadora “Adierazi Euskal Herria” por los derechos sociales, nacionales, civiles y políticos,  y su sustitución por organizaciones “bajo control”. También en el ninguneo de la red Independentistak, a favor de plataformas por el más etéreo “derecho a decidir” supuestamente para mover al PNV de sus anclajes autonomistas, o la oposición subterránea de la “Oficialidad” a iniciativas como los “Herri Harresiak” por miedo a su capacidad de actuar de manera autónoma y no dirigida, alejada de las directrices y conveniencias de unos pocos.

La pérdida de punch (músculo) social del nuevo experimento de laboratorio “Sare” es más que evidente. Se ha desdibujado hasta el límite la contundencia de la reivindicación pro-presas y el resultado ha sido que en vez de ganar nuevos sectores para la misma y que otras gentes se sientan cómodas en la misma, las manifestaciones y movilizaciones de ”Sare” con un cuidadoso marketing al uso, se desinflan y pierden decenas de miles de asistentes en comparación con movilizaciones pro-presos anteriores. Es tiempo de medir los resultados objetivos de las decisiones tomadas y asumir responsabilidades. Los mismos que han cargado contra cualquier tipo de movimiento popular autónomo y con propia capacidad de decisión, son los que pretenden vender sus fracasos en convocatorias por “la desmovilización social” de la que son en gran medida responsables por el ambiente irrespirable, contradictorio, desmovilizador  y derrotista que han creado.

Mención aparte merece lo realizado con todo lo relacionado con el colectivo de presas políticas, la liquidación del movimiento pro-amnistía y anti-represivo, y la crisis histérica ante su resurgimiento como movimiento popular autónomo sin “mando a distancia”. Añadiremos la verdadera caza de brujas que esos sectores “oficiales” montaron alrededor de la Iniciativa “Ezkerretik Bilduz” de la que formamos parte. Todo ello para hacer descarrilar cualquier iniciativa de nucleación de organizaciones y personas “por la izquierda” de Sortu hasta hacerla embarrancar.
Es por ello que desde Eusko Ekintza y la tradición histórica que en buena medida representamos, la Izquierda Abertzale Histórica, hacemos un modesto pero urgente llamamiento a todos los sectores de izquierda abertzale entendida en toda su pluralidad, a que se organicen, a iniciar una regeneración del proyecto defendido entre todas durante décadas.
El futuro será nuestro si somos capaces de volver a poner las bases de un movimiento fresco, democrático, asambleario, militante, ilusionante, que no excluya a nadie, adaptado a la realidad y a nuestra estrategia, y con voluntad trasformadora y transgresora de lo injusto, y por lo tanto revolucionario,  que no rehúya la confrontación democrática con los Estados sino que lo asuma como parte de su ADN político.

Resulta frustrante como pueblo que tras haber conocido de mano de Herri Batasuna y el Movimiento Popular Vasco una vasta cultura asamblearia (a pesar de sus limitaciones y sin caer en falsas idealizaciones) hayamos caído en un dirigismo sectario que ha borrado ese propio ADN militante.
 La regeneración de la I.A. no está en un cambio de dirigentes, sino en un cambio de táctica, modelo y de práctica. No negamos a nadie el derecho a crear partidos institucionalistas y socialmente tibios, hemos dicho hasta la saciedad que defendemos la pluralidad de la IA. Es más, esta es una sensibilidad más dentro del conjunto que ha de estar representada. Lo que negamos es que, desde este planteamiento, algunos  se autoerijan en hegemónicos a cuenta de desangrar el conjunto y la pluralidad de la I.A. con su monopolismo impuesto a todos. Perdiendo en una inconcebible sangría centenares de cuadros políticos y militantes que se han desactivado y se han ido o se les ha mandado a casa  porque “ya no sirven” o no se adaptan a los nuevos tiempos (léase a los trágalas y a las carambolas tácticas)” en vez de aportar para el conjunto.  Que se apoderen por ejemplo de unos medios de comunicación que fueron creados entre todos para convertirlos en plataforma monocorde de su mensaje donde sólo caben ellos mismos, y se marginan y ningunean las voces discrepantes críticas o simplemente diferentes.

Para Eusko Ekintza la regeneración de la izquierda abertzale se llama fundamentalmente Unidad Popular. Dinamización y potenciación de movimientos populares, sociales y sindicales (con un amplio movimiento pro-independencia, y otro en defensa de los derechos individuales, sociales civiles y políticos). Consolidación de un  Frente Popular Soberanista y potenciación real de Udalbiltza.

Es necesario volver a colocar la petición de AMNISTIA para todos los presos y refugiados políticos en la agenda política y social, y exigir que se lleven a cabo todos los cambios que sean necesarios para su consecución. Exigir también que de forma inmediata, todos los presos políticos sean trasladados a Euskal Herria y los presos enfermos y los que han cumplido las tres cuartas partes de su condena sean liberados sin más dilación, así como el retorno normalizado de todos los refugiados. Y en definitiva, la derogación de todas las leyes de excepción elaboradas contra los presos políticos y sus familiares y amigos durante los últimos años.

Las personas que componemos Eusko Ekintza creemos en esta fase en la eficacia de la lucha de masas, la desobediencia civil y la insumisión activa como elementos transgresores de las imposiciones antidemocráticas.

Creemos que la representación institucional debe estar al servicio de las clases populares, defender sus intereses y servir para impulsar el movimiento popular. Creemos que la estrategia de acción unilateral debe estar inserta en una estrategia concreta y clara.

La unidad popular ha de ser el motor y el baluarte de la estrategia hacia la Independencia y socialismo.

La unidad popular ha funcionado también durante décadas como una verdadera comunidad sociopolítica con fuertes lazos de solidaridad interna frente a las agresiones externas, y de mutuo apoyo y solidaridad entre sus miembros, individuales y colectivos. Esta solidaridad se ha manifestado especialmente en el caso de los represaliados políticos y sus entornos. “Los nuevos tiempos” de algunos han quebrado esta comunidad sociopolítica dejando a su suerte personal, afectiva y de reconocimiento de la lucha (batalla de la memoria histórica y del relato) en gran medida a los represaliados y a sus familias, pero también a expresos, trabajadores de las Herrikos clausuradas, militantes represaliados, etc. Por no hablar del caso de organizaciones represaliadas, algunas de ellas históricas.  La recuperación de esta comunidad sociopolítica de mutua solidaridad es uno de los objetivos que nos marcamos.
Esta Unidad Popular o Herritar Batasuna será el garante de la estrategia hacia la independencia y el socialismo. Sería también el motor de una política de alianzas con organizaciones soberanistas, de izquierdas y que compartan el derecho de autodeterminación en un Frente Popular más amplio.
Udalbiltza debe ser la institución nacional por excelencia de Euskal Herria. Una institución que estructure la totalidad del territorio, que esté abierta al conjunto de organizaciones (sindicales, culturales, feministas,…), ediles y cargos políticos (junteras, parlamentarias, diputadas…)  soberanistas e independentistas, y que posibilite la construcción nacional y la Independencia de Euskal Herria desde la unilateralidad.
Nosotros, la Izquierda Abertzale Histórica, no llamamos a romper nada (sabedores de cuál va a ser la reacción de algunos que han hecho de la manipulación su único activar político ante nuestras palabras), sino a sumar lo que se está mal-perdiendo por el camino, para que resurja una verdadera izquierda abertzale y un potente Frente Popular amplio y soberanista. Capaz de buscar nuevos aliados y gestionar la pluralidad y las contradicciones desde la participación horizontal de las bases y las diferentes sensibilidades.

En nuestro ADN político están desde el Frente Popular a la Herritar Batasuna. No es tiempo de tirar la toalla cuando el futuro es nuestro.

Ekintza Garaia da.

Euskal Herria, 15 de agosto de 2015


miércoles, 12 de agosto de 2015

Ataque a monumento

Durante la madrugada estalla un artefacto incendiario en el monolito que recuerda a las víctimas del terrorismo en el parque de Doña Casilda de Bilbao.

sábado, 8 de agosto de 2015

Manifestación contra cierre herriko tabernas

Varios miles de personas participan en una manifestación en San Sebastián para protestar por la sentencia contra las "herriko tabernas" que dictó el cierre y subasta de un centenar de estos locales, así como para reivindicar "la actividad cultural" de los mismos.
La marcha había sido convocada por la Plataforma Libre, que defiende "el fin de los juicios políticos” y fue encabezada por una pancarta con el lema en euskera "No cerrar las puertas a la política y la cultura. Las 'herriko tabernas' libres y abiertas.
Entre los asistentes se vió a Joseba Álvarez y Agustín Rodríguez (dos de los condenados en la sentencia), el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, y otros dirigentes de este partido como Joseba Permach.
Al finalizar el acto, hubo varias intervenciones, entre ellas la de Joseba Álvarez que manifestó: "Es el momento del compromiso, la desobediencia civil y la confrontación democrática porque los estados y el capital no nos dejarán trabajar en libertad".

.- A primeras horas de la madrugada es colocada una gran pancarta con el emblema de ETA (hacha y serpiente) y el lema ETA bietan jarrai en el recinto de txoznas de Vitoria, donde se celebraban las fiestas patronales.

sábado, 1 de agosto de 2015

Acto de Etxerat

Representantes de la asociación de familiares y allegados de presos de ETA, Etxerat, hacen entrega a la consejera de Desarrollo Económico y  Competitividad del Gobierno vasco, Arantza Tapia y al diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, de un dossier con  los gastos que supone para las familias la dispersión de presos de  ETA. Alrededor de un centenar de miembros de la asociación, con carteles que reclamaban el regreso de los presos, se concentraron frente a la Basílica de Loyola con motivo de la celebración de la  festividad de San Ignacio.
La asociación cifra en un total de 438 el número de reclusos que forman parte del colectivo EPPK y que se encuentran dispersados en 76 cárceles. Un total de 329 presos están distribuidos en 45 prisiones en España, mientras que 91 cumplen su condena en 26 cárceles francesas. En su informe señala que 58 de estos reclusos están ingresados en prisiones situadas a más de 1.000 kilómetros de distancia del País Vasco.