Según sentencia de la Audiencia Nacional (octubre 2013), en este día el comisario Enrique Pamiés avisa al dueño del bar Faisán, Joseba Elosua, de que se iba a detener a un presunto etarra (Cau Aldanur) que vivía en Francia y con quien el dueño del Faisán se iba a reunir ese mismo día, lo que puso en alerta a los colaboradores de ETA y dificultó una operación contra la red de extorsión de ETA, y que lo hizo con la "colaboración imprescindible" del inspector José María Ballesteros.
Este último acudió al bar y entregó un teléfono a Elosúa, al otro lado del cual estaba Pamiés, quien le alertó de la operación en marcha, que finalmente se realizó un mes más tarde.
Para llegar a esa conclusión los magistrados se apoyan en el tráfico de llamadas poco antes de la entrada de Elosúa al bar y en la baliza de seguimiento instalada por la policía en el coche de este, que grabó una conversación con su yerno Carmelo Luquín en la que revelaba la conversación mantenida con Pamiés.
Por estos hechos la Audiencia Nacional condenó a Pamiés a un año y medio de prisión por un delito de revelación de secretos y a Ballesteros a cuatro años de inhabilitación profesional.
En octubre de 2014, la Audiencia Nacional decidió suspender la ejecución de la condena a Pamies y Ballesteros. El 6 de julio de 2018, el BOE publica la pérdida de condición de funcionarios de ambos una vez declarada firme la sentencia número 26/2013 de la Audiencia.
